21 de febrero de 2010

La motivación en el trabajo

¿ Recuerdas cuando te graduaste y obtuviste tu primer empleo? ¡Qué emoción! El corazón casi se te salía del pecho cuando entraste a la oficina y te llevaron a tu buró. Tenías la cabeza llena de planes, soñabas con empezar de abajo y llegar bien arriba, quizá hasta sentarte en ese mismo puesto en el que estaba sentada tu jefa, o mejor aun, la jefa de tu jefa. Sin embargo, después de varios años de trabajar largas horas, todo aquel entusiasmo del inicio se ha evaporado, y aun cuando hayas llegado a obtener algunas de las promociones que anhelabas, tu pasión ha desaparecido. Es más: ahora con lo único que fantaseas es con ser una simple ama de casa, y con frecuencia hasta te sorprendes repitiendo: "Si no fuera porque necesito el dinero, dejaría todo esto ahora mismo".

¿Qué pasó? ¿Porqué este cambio? Según los expertos ocupacionales, éste es un síntoma del propio estrés de nuestros tiempos. Hoy, las jóvenes tienen expectativas mucho más altas en sus profesiones; se sienten presionadas a triunfar en corto tiempo, y cuando el estrés de las numerosas responsabilidades y las largas horas de trabajo se intensifica, muchas sienten ( que nunca van a poder llenar todos los requerimientos que necesitan para llegar hasta donde se habían propuesto y, como consecuencia, se desencantan.

Sin embargo, hay buenas noticias: tú puedes volver a amar tu trabajo con la misma fuerza del inicio, y no sólo eso: también puedes acelerar tu ascenso por la escalera del éxito. Sigue este plan de cinco pasos y verás la diferencia. Quizás no puedas ocupar enseguida el puesto de tu jefa, pero al menos te convertirás en su mano derecha.

PRIMERO PASO Ama tu trabajo o déjalo
Recuerda lo que dijo Confucio: "Elige un trabajo que te guste, y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida". De manera que el primer paso para recuperar la pasión por tu carrera es descubrir si eso que elegiste es de verdad lo que te apasiona o quizá tu actual apatía tenga más que ver con tus fríos colegas, tu odioso jefe o tu desorganizada compañía, que con tu propio contenido de trabajo. Para des- cubrirlo, trázate un plan: la próxima vez que te sientas harta, con ganas de agarrar tu bolso y largarte, escribe en un papel todo lo que te está molestado. Hazlo 3 ó 4 veces más Y podrás darte cuenta si es el ambiente o el oficio.

Si reconoces que elegiste mal, y que por más que te esfuerces nunca amarás lo que haces, entonces necesitas hallar qué es lo que de verdad te gusta, y comenzar a dar los pasos correctos en esa dirección. No te sientas mal. Como señala: Jeffey J. Mayer en su libro El éxito es un viaje: "No es ningún desastre aceptar un empleo y después descubrir que no te gusta. El desastre ocurre cuando decides continuar con él". Si no amas tu trabajo, te será imposible triunfar en él.

SEGUNDO PASO Diviértete mientras trabajas
Bueno, supongamos que sí, que te gusta lo que haces, que esa carrera que elegiste es la pasión de tu vida. Aun así, no es fácil levantarse todos los días temprano para ir a la oficina y lidiar con largas jornadas, fechas límite e inagotables tareas. La única manera de hacer todo eso sin perder tu sonrisa es divertirte mientras lo haces, hacer del trabajo un juego. Eso es lo que sugieren Matt Weinstein y Luke Barber en su libro Trabaje menos y gane mas (pasándolo bien). y no se trata de restarle seriedad a tu labor o alterar las reglas (después de todo, los juegos también tienen normas y estrategias que no pueden ser violadas por los jugadores); se trata, como aclaran Weinstein y Barber, de cambiar de actitud, de considerar todas las situaciones, incluyendo las que tienen lugar en el trabajo, como oportunidades para disfrutar tu camino hacia él éxito. En otras palabras, reírte cada vez que haya una ocasión para la risa; compartir chistes con tus colegas; aprovechar cada oportunidad que tengas para celebrar, desde el éxito de una colega hasta el cumpleaños de cada miembro de la oficina; hacer cosas diferentes, como hablar en versos los jueves y vestir de rojo los lunes. No importa qué tonto parezca, el asunto es crear un ambiente divertido; sólo así sentirás que trabajas menos; pero paradójicamente, producirás más. En las empresas más prósperas, la diversión y el juego están siendo integrados al entorno laboral.

TERCER PASO aprende a trabajar en equipo
Ahora que te sientes más relajada, que pareces tener más ánimo y más energía para reencontrarte con tus viejas aspiraciones, es el momento perfecto para hacer otros cambios. El primero de ellos: aprender a trabajar en equipo. Tus colegas no sólo pueden ayudarte a divertirte en la oficina, también pueden ayudarte a trabajar y a avanzar. Para conseguir todo aquello que nos proponemos en la vida, necesitamos contar con la cooperación de otra gente; pero aunque el espíritu de colectividad es esencial para el triunfo, no se trata de algo que se da fácil. Es muy difícil dejar de pensar en "yo" para empezar a pensar en "nosotros".
¿Cómo lograrlo? Empieza por conocer bien las habilidades de todos aquellos con quienes trabajas; sólo así podrás crear tu propia cuadrilla. En todas las oficinas hay un pensador creativo, un organizador meticuloso, un crítico analítico y un observador dedicado. Conociendo cuál es el lado fuerte de tus colegas, podrás explotar sus talentos y aprovecharlos en tu propio beneficio. Después, comprueba si tienes la actitud adecuada para ser miembro de un equipo. Reírte con tus colegas, no necesariamente significa que estás dispuesta a trabajar en conjunto. Por ejemplo, cuando ves a un colega en aprietos, ¿te ofreces a ayudarlo antes de que alguien te lo pida, o te frenas pensando que él debe esforzarse solo? Si tu primera reacción cuando aprendes algo es compartir lo que aprendiste con cualquier otra persona de tu oficina que lo necesite, tú eres una jugadora de equipo: no reservas ninguna información para ti sola; prefieres compartirla para que todo el trabajo salga y fluya mejor. De manera que define cuál es tu actitud en este sentido, y comienza a hacer los cambios necesarios ahora mismo.

CUARTO PASO divide y delega
Es mucho más fácil avanzar en cualquier propósito no sólo cuando se tiene la ayuda y asistencia de los demás, sino también cuando las grandes tareas se dividen en tareas pequeñas. En lugar de mirar el cuadro completo, sepáralo en secciones; en lugar de atormentarte con un gran proyecto que te han asignado, sepáralo en pequeños proyectos y traza una fecha límite para cada uno. Ninguna meta grande se alcanza de un golpe. Divide y todo parecerá, iy será!, más simple. Ah, y si en el camino encuentras que necesitas pedirle ayuda a alguien, hazlo. Saber delegar es otro de los grandes secretos de los triunfadores, y si ya conoces las habilidades de cada uno de los jugadores de tu equipo, delegar en la persona adecuada será mucho más fácil.

QUINTO PASO anticipa los cambios
Aprender a adaptarte a lo inesperado también es absolutamente esencial si quieres seguir adelante en tu escalada hacia el éxito. Pero no se trata sólo de reaccionar una vez que tengas la "bomba" encima, sino de anticipar las transformaciones que están próximas a producirse. Como señala el Dr. Spencer Johnson en su libro ¿Quién se ha llevado mi queso? Cómo adaptamos a un mundo en constante cambio, notar enseguida los pequeños cambios que se avecinan te ayuda a adaptarte a los cambios más grandes que están por llegar. Es decir, permanece muy alerta a todo lo que está ocurriendo a tu alrededor, particularmente en tu empresa, analiza y aprende acerca de las nuevas tendencias y tecnologías que están apareciendo en tu campo profesional; de esa manera, te estarás moviendo con los cambios, no después de éstos.
Por supuesto, también necesitas ser objetiva y examinar bien cada paso que vas a dar. "Si de sólo sentir el olor del queso te lanzas en esa dirección, es posible que no lo hayas analizado muy bien", advierte el Dr. Spencer. "Siempre es provecho evaluar y reexaminar tus opciones antes de elegir cualquier dirección".

No hay comentarios: